• En la semana mundial de la Continencia los especialistas aseguran que a día de hoy existen tratamientos muy eficaces que mejoran de manera significativa la calidad de vida de los pacientes
• El servicio de Urología incorporó este año una nueva técnica basada en la inyección intrauretral de un material de relleno que reduce la anchura de la uretra y ayuda a retener la orina
• Se estima que aproximadamente un 60% de las personas mayores de 60 años presentan algún tipo de incontinencia
Los servicios de Urología y Cirugía General y Digestiva del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo se suman a la celebración de la Semana Mundial de Continencia, cuyo objetivo es visibilizar la incontinencia anal y la urinaria, y enviar un mensaje de esperanza a los pacientes, ya que hoy en día existen tratamientos muy eficaces que mejoran de manera importante a calidad de vida de las personas que la padecen.
El servicio de Urología acaba de incorporar una nueva técnica mínimamente invasiva, mediante la cual se inyecta un material de relleno en las paredes de la uretra para reducir su anchura y ayudar a retener la orina. Según afirma el urólogo del Chuvi Carlos Müller “se trata de una técnica muy novedosa y que presenta una relación excelente entre la mínima agresividad y los resultados tan eficaces que hemos obtenido. La inyección de un macropolímero (bulking) estrecha la luz uretral, de manera que la paciente puede orinar sin problema al tiempo que se evita la pérdida de orina. Además de ser resolutivo, es un procedimiento ambulatorio y no necesita reposo postoperatorio”.
Se estima que aproximadamente un 60% de las personas mayores de 60 años presenta algún tipo de incontinencia. Se trata de una patología con alta prevalencia pero que permanece oculta por muchos motivos como las falsas creencias, los miedos, etcétera. A pesar de ser un problema tan frecuente, pocos pacientes se atreven a consultarlo, solo 4 de cada 10; muchas veces porque se considera cómo algo “normal”, lo asumen como parte del envejecimiento, o bien, por vergüenza o desconocimiento. Por eso los especialista insisten en que hay que dejar de considerar la incontinencia como algo normal y animarse a consultar.
La incontinencia urinaria provoca múltiples consecuencias físicas como problemas de piel, infecciones de orina, y otras, pero también un importante deterioro de la calidad de vida de los pacientes, pérdida de autoestima y depresión. El servicio de Urología del Hospital Álvaro Cunqueiro realiza todas las pruebas necesarias para su diagnóstico. Así, realiza unas 800 pruebas urodinámicas anuales, que son estudios especializados funcionales del comportamiento de la vejiga. La clave está en realizar una adecuada valoración de la incontinencia, ya que no todos los tipos de pérdidas son iguales. No es el mismo perder orina al toser, estornudar, o correr (incontinencia de esfuerzo) que cuando se pierde con la aparición de un deseo súbito que es imposible posponer (incontinencia de urgencia). Una correcta valoración de la incontinencia garantiza los mejores resultados en cuanto al tratamiento, que debe ajustarse la cada paciente. Puede ser conservador, con medidas generales como cambios en ciertos hábitos de vida y ejercicios de fortalecimiento de suelo pélvico; o terapias farmacológicas; inyección de Botox en la vejiga; o incluso el tratamiento quirúrgico (la colocación de mallas o la inyección para llenar la uretra).
En cuanto a incontinencia anal, la Unidad de Coloproctoloxía del servicio de Cirugía General y Digestiva estudia y trata la estos pacientes. Segundo explican los doctores Enrique Moncada y Vicenzo Vigorita, investigadores del Grupo de Innovación en Cirugía del IIS Galicia Sur, existen varios tipos de tratamientos, como la reconstrucción del esfínter en aquellos casos muy puntuales de lesiones o traumatismos postpartos, y las terapias mínimamente invasivas.
Visita nuestras redes sociales